El mundo de las velas

La fabricación de velas se desarrolló en diversos lugares del mundo a lo largo de la historia. Los romanos fabricaban velas de sebo por el proceso de inversión, en Chica las realizaban de grasa de ballena, en la India con cera de canela hervida. En algunas partes de Europa, África y Oriente Medio funcionaban con aceite de oliva. La fabricación de velas se desarrolló a comienzos de la Edad Media.
En la antigüedad las velas estaban hechas con sebo y cera de abejas, pasados los años se comenzaron a fabricar con grasa animal purificada (estearina), espermaceti y cera de parafina.

¿Cuándo comenzó la industrialización de las velas?

A mediados del siglo XIX las velas se convirtieron en un producto de consumo masivo. Joseph Morgan, artesano inglés, en 1834 patentó la primer máquina de fabricación de velas. Durante este período los fabricantes comenzaron a crear mechas de hilos de algodón trenzados, reemplazando a los retorcidos, esto permitió que las velas al quemarse mantenían la altura de la mecha y por lo tanto la llama. Fueron denominadas estas mechas como «autocortantes» o «autoconsumibles».
En 1850 James Young consiguió destilar cera de parafina del carbón, permitió elaborar destilando los residuos que dejaban la refinación del petróleo crudo. La introdución de la estearina hizo que la vela sea más resistente y tenga mayor durabilidad, quemando limpiamente y sin olor desagradable. Para ese entonces la empresa Price’s Candles, con sede en Londres, era el mayor fabricante de velas del mundo, luego en Siracusa, Nueva York (Estados Unidos) se convirtió en un centro global de velas desde mediados del siglo XIX.

Las velas en nuestro taller

Amplia variedad velas calaveras Babuska

En 2019 en nuestro taller, comenzamos a incursionar con el fantástico mundo de la parafina, descubriendo la variedad de productos que se pueden realizar con una técnica de tantos años.
Las velas de calaveras, budas, especiales para ocasiones únicas, decorando las mesas de fiestas, y también como un simple objeto de decoración.
La variedad de colores, modelos y aromas nos permitió armar nuestra propio línea de velas.